Mitos y verdades sobre el lenguaje del cuerpo de los bebés

Cuando tu bebé sonríe, piensas que es una demostración de amor y te emocionas. Cuando lloras, piensas que está enojado con una cierta actitud y tu ya te desesperas. Pero, ¿como interpretar correctamente todos los movimientos de tu bebé?

Seguir el desarrollo de un niño puede ser uno de los ejercicios más agradables en el mundo, especialmente para las madres y padres primerizos. Cuando abren los ojos, parpadean, bostezan, cuando pulsa y suelta objetos, sílabas con balbuceos y palabras que no existen – todo es novedad y se convierte en un espectáculo digno de admiración (y fiesta) en este proceso.

Sin embargo, cuando se trata de interpretar los movimientos simples como éstas, algunas personas ven más allá de lo que deberían.

Un ejemplo: cuando un bebé tan sólo de unos meses de vida empieza a sonar como gritos, lo que puede estar sucediendo? Muchos responderán, sin duda, él está tratando de llamar la atención y demostrar que no se siente cómodo con algo. Esto, sin embargo, no es la interpretación correcta (ya que eso ocurre sólo cuando hay más de 3 ó 4 meses). Cuando aún esta muy joven, el niño a menudo «grita», sólo para entrenar a sus cuerdas vocales y reconocer los límites de su propia voz. Puede ser, entonces, que no quiera decir nada!

De todos modos, no hay razón para el pánico. Es natural que no se puede entender, todo lo que tu hijo trata de mostrar en sus primeras semanas y meses de vida. La forma incómoda y positiva de los sentimientos negativos de hecho puede ser muy confusos hasta para los mas expertos.

Para ayudarte en esta tarea, se ha organizado una guía de las posibles interpretaciones de los grandes movimientos del lenguaje corporal de los bebés.

Sonreír

Después de una tarde agotadora, y ves que antes de él dormir amenaza con sonreír. Listo, el día ha sido el más feliz, es seguro lo que piensas. No quiero echar un jarro de agua fría (o de que ya el bebé ya tiene un fuerte apego sentimental a ti), pero esto no puede ser una demostración de amor. Antes que nada, es una demostración de bienestar. En el primer mes de vida, las sonrisas aparecen cuando el bebé está durmiendo como consecuencia de cualquier tipo de sentimiento agradable. Es decir, él puede sonreír cada vez que está bien alimentado, bien cuidado y en un ambiente cálido y acogedor.

Llorar

Cuando el bebé todavía no puede hacer un sonido importante, el llanto es la única forma de comunicación, además de la mirada, que logra establecer contigo. Y cuando llora, no prueba necesariamente que no está satisfecho con la actitud de algunos de los suyos, la mayoría de las veces, sólo quiere reclamar algo. Él podría tener las más diversas tipos de molestias, como dolor, hambre, sed o la necesidad de le cambies el pañal y que lo limpies.

Gritar / Babear

Alrededor de los 3 meses, el bebé comienza a hacer sonidos como gritos. Después de un tiempo, empieza a balbucear sílabas. Pero no tienes que romperte la cabeza en cualquiera de estos casos. Cuando hace «gritos», no quiere decir que está enojado, y cuando murmura, no quiere decir que están tratando de advertir sobre algo (porque, a esa edad, todavía no puede establecer relaciones entre sonidos y palabras). La situación es simple: él está probablemente sólo prácticando las cuerdas vocales, haciendo sonidos sin dejar de reconocer su propia voz.
Arrojar objetos

Si preparas comida para bebés con la atención y el afecto y pones  a tu hijo en la silla para darle de comer. Sólo después de la primera cucharada, empuja la placa pequeña y cae en el suelo. En ese momento, piensas, la comida debe ser horrible! Es un error. Los bebés son muy curiosos sobre el mundo. Al colocar un objeto, sólo quieren ver lo que sucederá cuando golpean el suelo. Es una fase de descubrimientos constantes, no nacen sabiendo las relaciones de causa y consecuencia. Tu hijo repite movimientos como el que a veces, y que poco a poco les enseñe lo que pueda y no pueda hacer.
Curiosidad

Aquí la lógica es similar a la ejemplificada anteriormente. Con unos pocos meses de vida, el bebé comienza a descubrir cómo funcionan las cosas en función de sus propias experiencias. Se puede coger un juguete, como un sonajero, y empieza a golpear en su contra, por ejemplo, para ver cuál es la reacción que causará. Estos golpes, sin embargo, no tienen ninguna connotación de agresión. Una vez más, te toca a ti enseñar lo correcto y lo incorrecto en el tiempo.
Se niega a detenerse

Los bebés son pequeños y frágiles, pero tienen una enorme cantidad de energía almacenada. Cuando cambias el pañal o la ropa, no se puede detener ni por un instante, moviendo sus brazos y piernas, por ejemplo. Y eso no quiere decir que él no se siente cómodo con la situación. Sólo se activa para liberar energía, circulación de los trenes y buscar nuevas posiciones para el cuerpo.

«Vale la pena señalar que, en todo esto, lo más importante es la comunicación en general que el bebé hacia abajo con los padres. Básicamente, cuando no lo puedas hacer con el contacto visual del padre y la madre y mantiene una expresión tranquila la mayor parte de las veces, significa que el entorno en el que se inserta es saludable. Significa que los padres no tienen que preocuparse ya que están en el camino correcto».