El peligro de los metales tóxicos en los alimentos para bebés

La organización estadounidense Baby Food Council está desarrollando un programa de certificación destinado a reducir la presencia de metales pesados ​​tóxicos en los alimentos para bebés. A su vez, legisladores y reguladores federales están aumentando la presión sobre los fabricantes con respecto a los metales tóxicos en los alimentos infantiles.

El programa se centra en identificar las mejores prácticas que pueden minimizar aún más los metales pesados ​​en verduras y frutas que se utilizan comúnmente en los alimentos para bebés.

Los metales tóxicos: Un peligro para la salud de los bebés

Un peligro para la salud de los bebés

El trabajo del Baby Food Council se produce en medio de un mayor escrutinio de los metales pesados que se encuentran en diferentes productos vinculados con la alimentación infantil. También existen suplementos alimenticios para niños y bebés que gracias a sus propiedades antioxidantes pueden ayudar a que los más pequeños combatan el daño causado por radicales libres.

En este sentido, en febrero de 2021, el Subcomité de Política Económica y del Consumidor del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE. UU. publicó un nuevo informe. En él se indica que los alimentos comerciales para bebés están contaminados con niveles significativos de toxicidad. Estos metales pesados tóxicos podrían incluir arsénico, plomo, cadmio y mercurio.

El informe recomendó que la FDA requiera que los fabricantes de alimentos para bebés prueben los productos terminados en busca de metales pesados ​​tóxicos. Es preocupante, ya que estos compuestos ponen en peligro el desarrollo neurológico y la función cerebral a largo plazo de los bebés. Según avanza el informe: “La exposición a metales pesados ​​tóxicos provoca una disminución permanente del coeficiente intelectual, una disminución de la productividad económica futura y un mayor riesgo de comportamiento delictivo y antisocial en el futuro en los niños”.

Un estudio revelador

Los hallazgos del informe del Congreso reflejan los de un estudio publicado en 2019 por Healthy Babies Health Futures. El estudio encontró metales pesados ​​en el 95% de los 168 alimentos para bebés que se probaron. Concretamente, el 87% de los alimentos contenían al menos dos metales pesados.

Charlotte Brody, directora nacional de Healthy Babies Bright Futures, ha confirmado que estos datos “ponen al descubierto el fracaso de la FDA para proteger a los bebés de los metales pesados ​​tóxicos en sus alimentos”. Así mismo, Brody apunta que “no sirve de nada que la FDA estudie el problema y las empresas establezcan estándares internos laxos. De esta manera, millones de bebés están expuestos a estos contaminantes todos los días. Es hora de dar un paso adelante y tomar medidas claras al respecto”.

Planes para reducir los metales tóxicos en los alimentos para bebés

Poco después de la publicación del informe mencionado, la FDA anunció que crearía un plan para reducir la presencia de metales tóxicos en los alimentos para bebés. Subrayaron que el objetivo es “reducir los niveles de riesgo al mínimo”. Destacaron que “los elementos tóxicos están presentes en el medio ambiente, incluido el aire, el agua y el suelo, y por lo tanto son inevitables en el suministro general de alimentos”.

Por ello, la otra parte del plan es aumentar la disponibilidad de información y recursos para el consumidor. Al hilo de lo prometido, los legisladores federales han introducido recientemente la ‘Ley de seguridad de los alimentos para bebés de 2021’. Se reducirá estrictamente la cantidad de metales ​​tóxicos permitidos en los alimentos para bebés y educará a los padres sobre los riesgos de estos metales pesados.

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