Fotógrafa de bebés y recién nacidos
Antes de sacar la cámara de fotos, conviene garantizar que el bebé se encuentre cómodo y en una postura muy agradable. El vientre lleno, las nalgas limpias y secas, un horario fisiológico. Los bebés se encuentran más relajados por la mañana que al final del día, cuando muchos de ellos se vuelven inconsolables, y sobre todo a una temperatura adaptada a su joven cuerpo, puesto que todos estos elementos configuran las condiciones indispensables para una sesión fotográfica de bebés.
No olvidemos que no hace tanto el bebé nadaba dentro de un entorno de 37 grados. Si ahora se le coloca desnudo en una habitación de 20 grados, es normal que no se sienta a gusto y comience a llorar. Si se pretende fotografiar también new born o recién nacidos sin ropa, hay que calentar muy bien la habitación, utilizar un pequeño calefactor colocado a una distancia cómoda del bebé, de forma que el ambiente le sea lo más agradable posible.
La seguridad ante todo
Cuidado, un recién nacido es frágil, y por muchas intenciones de sacar la foto más bonita del mundo, su seguridad no se debe poner en juego. Un bebé suele ser más dinámico de lo que pensamos. Dejarlo solo sobre una silla al pie de la cama sería tomar un gran riesgo para su salud, nunca se sabe por adelantado en qué momento estará listo para darse la vuelta por sí solo. Más información en este vídeo.
Si os alejáis del bebé para fotografiarlo, conviene dejarse ayudar por alguien que pueda permanecer cerca de él para controlar su seguridad, o colocarlo en un lugar sin riesgos, como puede ser el centro de la cama, o incluso en el suelo, sobre una manta y una colcha mullida.
La luz adecuada
La calidad de la luz es el elemento que hará la diferencia entre una bonita fotografía y una foto fracasada. Con un bebé, las fotos se suelen realizar en el interior, donde la luz no siempre es tan importante como nos gustaría.
Lo ideal es acercarse a la fuente luminosa, como puede ser una ventana, para beneficiarse de toda la luz natural disponible. Se trata de priorizar una luz suave al máximo, sin que el sol entre directamente sobre la piel del bebé. Si la ventana está expuesta al oeste, se puede obtener una luz muy bonita por la mañana, cuando los rayos del sol no entran todavía en la habitación.
Sobre la espalda
Se trata de la postura más natural para fotografiar a un bebé puesto que pasa la mayor parte del tiempo en esta postura. Se le puede fotografiar de lado e incluir igualmente su entorno en la foto, o bien colocarse encima del bebé para fotografiar mejor el rostro y captar su mirada. Una vez que el bebé es un poco mayor y puede sonreír, hablamos de la postura ideal para captar las expresiones de alegría que puede tener al interactuar con la fotógrafa de bebés 274km, cada vez que se le saca una instantánea.